¿Cómo podríamos vivir sin comprender que somos naturaleza? ¿Qué otra ausencia sino la de esta certeza podría dejarnos heridos de muerte? Nos hemos alejado tanto de nuestra condición de seres ecodependientes que la experiencia se está convirtiendo en una prueba dolorosa y decisiva. Necesitamos reconectar con la naturaleza. Y no podemos hacerlo repitiendo la mirada dual que nos enseñó la Modernidad. Una mirada que ha condenado al mundo a ser un lugar de contrarios: el ser humano y la biosfera; la mente y el cuerpo; el pensamiento y la emoción; lo grande y lo pequeño…, la ciencia y el arte.
Creemos que es preciso un nuevo paradigma para interpretar el mundo. Lo conocemos, es integrador, bendice la unidad en la diversidad. Nos es próximo, podemos explicarlo, pero socialmente sigue estando por expandirse. Es como un deseo que no encuentra su sitio en escenarios marcados por la confrontación, el frío análisis de los datos, la amenaza a cualquier sueño que rompa con las reglas establecidas.
Algo de nosotros se rebela en este contexto. Hace tiempo que hicimos una apuesta por la riqueza de la vida, por los colores cuando se mezclan, las músicas de aquí y de allá, lo suave y lo fuerte oscilando juntos sin que se altere el aire. Creemos que merece la pena encontrarse con lo diferente, enriquecer la propia existencia abriéndole ventanas a lo desconocido, ver a la vez el anverso y el reverso de los mapas…
Apostamos por una convicción esencial: los elementos aparentemente antagónicos pueden ser vistos como complementarios. Nos sentimos convocados por esa idea que habla de integrar y no excluir, por la hermosa manera en que los sonidos de la música necesitan de los silencios. Nos reconocemos en nuestra condición de científicos y artistas que, con las yemas de los dedos, buscamos a tientas el modo de conciliar saberes y experiencias diferentes, de mirarnos a los ojos, de contarle al mundo que podemos hablar de lo invisible cogidos de la mano.
A partir de estas convicciones, nació y sigue vivo EcoArte. En medio de tiempos difíciles pero estimulantes. Tiempos de rupturas pero también de vínculos que restauran la unidad y restañan las heridas. Tiempos de mestizajes de culturas, personas, lugares y formas de ser y estar en el mundo... Queremos abrir espacios para ensanchar el espíritu creativo, para dejar que madure la cooperación entre aparentes opuestos, para componer la melodía de cada día reconociendo ese misterio que nos hace partícipes de un destino común.
EcoArte es la experiencia de un encuentro entre la ciencia y el arte para hacer visible lo invisible, para hablar acerca de la complejidad, de la aventura de reconectar con la naturaleza y avanzar hacia la sostenibilidad de nuestras formas de vida. Es el sueño de un abrazo abarcador, de celebrar la grandeza creadora del ser humano… Apostamos por un nuevo horizonte, un paradigma integrador, por la tierra como un hogar, el conocimiento como una pasión, la creatividad como un milagro, la celebración de la diversidad como una forma de estar en el mundo.